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Entrevista a Germán Pinazo sobre "La gloria era otra cosa"

  • Foto del escritor: Punto
    Punto
  • 1 abr 2020
  • 8 Min. de lectura


(1) Obviamente no somos unos caraduras y te leímos, no estamos acá simulando ser lectores, pero para quién o quienes no pudieron leerte, para romper el hielo como se dice ¿Nos querrías contar de qué va La Gloria Era Otra Cosa?

R: ¡Hola! ¿Cómo andan? Antes que nada, me gustaría agradecer a Matías y Agustín la lectura tan atenta y las preguntas tan interesantes. En relación a la primera pregunta, de qué va La Gloria Era Otra Cosa, es un libro que reúne historias ficcionadas basadas en historiales reales del boxeo y el fútbol. Básicamente, me parecen que esas historias tienen en sí, algo literario, fantástico, extraordinario que le ocurre a alguno de los personajes o que tiene que ver con alguna de las circunstancias y contextos en las que transcurrieron las historias y me parece esta bueno ficcionarlas para poder abordar cosas que por ahí uno desconoce de esas historias o que a alguno le gustaría pensar y que tienen que ver con la intimidad de los personajes: ¿Qué habrá pensado por ejemplo el campeón cubano de boxeo que tenía que decidir si pelear la pelea más importante de su vida o renunciar a la revolución que le había dado todo? Me pareció que los cuentos podían ser una forma interesante de pensar esas cosas que desde ya son tan extraordinarias como la historia de ese boxeador.

(2) Bien, podemos comenzar con la entrevista... lo que nos lleva a cuestionarnos ¿Por qué escribiste esta antología de cuentos? ¿Qué te llevó a ello? ¿Qué esperas conseguir con historias envueltas con tanta sensibilidad —la suficiente como para haberme hecho llorar—?

R: Escribir estas historias fue casi una casualidad porque yo soy investigador docente de la Universidad Nacional General Sarmiento en temas de economía política y tenía una columna en la radio de la Ungs sobre temas de actualidad económica. Esto lo hacía por militancia y para participar en algo bueno (la radio de la ungs). Pero los temas que a mí más me apasionan al día de hoy, son, si se quiere, todo aquello vinculado con el mundo del deporte. Y un día se cortó el micrófono y justamente conté la historia del boxeador cubano que nadie conocía, hablo del cuento de “Antes rojo que rico” que es el título de una noticia que apareció en una revista muy popular de deportes. Me di cuenta de que la historia gustaba, entonces, esa columna de economía se fue transformando en una columna de historias raras del deporte y después me dije a mi mismo ¿Por qué no tratar de escribir algo con esto? Ya que para mí, la literatura siempre fue una actividad superior, siempre admire a la gente que puede escribir, así que yo también trate de hacerlo y en ese estamos, así que reuní varias de las columnas realizadas y las transforme en cuentos.


(3) ¿Qué es la Gloria? En “Perdóneme Sr. Collins”, Billy, persigue su sueño de ser boxeador, lo que lo lleva a estrellarse adrede contra un muro cuando conduce su auto y muere. Perdió una pelea en el ring, una muy importante, nunca más será boxeador, no llega a la gloria. Capaz el camino a la gloria no era por ahí. Y parece es así, porque en el relato que sigue, Tinche pudo haber sido el mejor jugador del país, más grande que Maradona y el tipo, en vez de ir a entrenar con la selección, se va a pescar… es por ahí, la gloria es por otro lado. Por eso ¿Cual es esa Gloria de la cual hablas en tu libro? ¿Cómo se la alcanza?

(4) Y ¿El honor? ¿Qué es el honor para los personajes en estas historias? Porque en varios de tus cuentos mencionas y cito “era una cuestión de honor” (pp.26), (pp.32) y en alguna página más que ahora se nos escapa, y aunque no sea textual, en la mayoría de los relatos, por no decir todos, el honor es un eje transversal en tu obra. Si, hablas de soledad, política, racismo y demás, pero siempre, temas atravesados por la cuestión de honor.

R: Antes de responder las preguntas 3 y 4, no sé si ¿Debería agradecer? Pero uno de los comentarios de los chicos en la segunda pregunta, mencionó se había emocionado con los cuentos y eso me pone contento, que le haya gustado, que lo haya disfrutado. Gracias por el comentario incluido en la pregunta. Ahora, me costaría definir a mí también honor y gloria. Respondo estas preguntas juntas porque me parece que van juntas. Quizás la gloria está más asociada a un reconocimiento colectivo, al éxito en determinada actividad que es trascendente para cierta comunidad y el reconocimiento de esa en torno a ello. La frase “el fútbol era otra cosa” y después “la gloria era otra cosa” con la que si titula todo el libro, vienen en el cuento que justamente hace mención ahí del Tinche Carlovich y es un tipo que renunció a la gloria en algún sentido porque solo le gustaba jugar a la pelota. Y la gloria le llega o no la gloria tal vez, porque no lo conoce todo el mundo, pero si lo conocemos quienes nos gusta mucho el fútbol.

Y yo ahí traté de reflejar que los grandes exponentes del fútbol piensan que fue uno de los mejores aunque no haya ningún registro sobre él y sin embargo… a la persona que de verdad le gusta el fútbol, lo reconoce como un grande y termina comiéndose un sánguche con él en cualquier lado. No se la verdad, esta buena la pregunta y me hace pensar que la gloria no es una cosa vinculada al reconcomiendo colectivo, sino de mantener ciertos principios en las practicas que a uno le interesa y sí, el reconocimiento de sus íntimos. La gloria vinculada al honor y al mantenimiento del ideal propio. En cuanto al honor como eje transversal, no lo hice adrede, pero es algo que me conmovía escribir en todas las historias, incluso la de los derrotados o el contraejemplo del boxeador venezolano.

(5) Vos sos doctor en Ciencias Sociales, también dirigís la Revista Márgenes del Instituto de Industria de acá, la Universidad Nacional de General Sarmiento, UNGS para los amigues. Por eso nos genera intriga saber ¿Cuál fue tu click? Nos referimos a ese momento en tu vida cuando dijiste: me tiro un poco para lo literario, voy a escribir. Este Click, también se ve en la obra, los personajes también tienen un momento en el que deciden qué hacer o cómo seguir con sus vidas ¿Cuál y cómo fue tu comienzo en la literatura?

(6) Los personajes no solo tienen un click como nosotros lo llamamos. Tienen a un referente, a un entrenador de su deporte. Este tópico es importante y se repite desde la primera, hasta la última historia salvo algunas excepciones. El Sr. Collins entrena a su hijo, Billy Collins; Fernando, es capitán del equipo de Juan y quien da a conocer al Tinche; y algunos más ¿Vos, tuviste a alguien así, a un mentor que te marco?

(7) ¿Cuán importante crees que es la educación sentimental e intelectual para un deportista, no, perdón, para una persona? Preguntamos esto a raíz de los personajes, no solo hay grandes deportistas olvidados o desconocidos —en mi caso— sino bestias estúpidas: tramposos, homofóbicos, racistas, femicidas...

(8) Hablemos de violencia. En uno de los relatos se habla del hecho de que las personas han “demonizado las peleas uno contra uno”. Y en otra historia se dice “el boxeo es más que dos hombres golpeándose [...] el boxeo es esfuerzo, perseverancia, sacrificio y superación” ¿De qué sirven estos valores frente a la violencia? Émile mata a un hombre en el ring, no se lo juzga por ello, sino por amar a alguien del mismo sexo. Eso también es un tipo de violencia. O, en “El escape”, un boxeador apuñala y mata a su esposa con una lapicera…

R: Bueno, voy a juntar algunas preguntas, de la cinco a la ocho, desde el click y las otras vinculadas al eje educación. Evidentemente la literatura no está estrictamente ligada a las actividades académicas que realizo, el click básicamente fueron esas columnas en la radio (volver a respuesta 2) y en algún momento flasheé con que soy buen escritor y contador de historias (risas) y él de la editorial me dijo como que sabia elegir las historias, y a mí la literatura siempre me pareció una actividad muy linda y loable así que me animó a eso, a escribir. Todavía lo hago cuando tengo tiempo o pocas responsabilidades. Me hace bien tratar de escribir y me gusta.

(6) Después, efectivamente en mucho de los cuentos hay una figura de mentor y apreció hayan detectado al capitán del equipo de fútbol que da a conocer al Tinche como uno, eso siempre me pareció un tema muy lindo del deporte y en la vida, en general. A mí me hubiera gustado tener una relación tan linda como la del padre y el hijo en “Perdóneme Sr. Collins” con mi papá que efectivamente no tuve y el tema de la paternidad no solamente la trato en estos cuentos, sino en todo lo que yo estoy tratando de hacer… aparece siempre de un lado o del otro, y ahora que soy padre, me aparece por todos lados (risas). Y no solo el ideal de padre, también la cuestión del amor entre padre/hijo y maestro/alumno, a mi la segunda relación me pasó, yo practico artes marciales. De hecho, doy clases de Karate en la Universidad (risas), específicamente en el Sindicato como actividad por fuera de lo académico y por suerte, la universidad me lo permite desarrollar como con las columnas de deporte en la radio y etc., efectivamente tuve maestros de Karate que fueron mentores importantes para mí que me motivaban y sacaron lo mejor de mi persona.

Me parece que las relaciones maestro/alumno son muy importantes y que obviamente son importantes por fuera del deporte (7), esenciales en cualquier práctica para que después, un deportista, un boxeador por ejemplo, no termine siendo un hijo de puta como Valero. Y me parece que esta buenísimo esa relación amorosa que puede ser trágica también, como lo que ocurre con Billy Collins y que uno, como el padre del muchacho, es inimaginable como debe haber sufrido lo que le pasaba al hijo durante la pelea y después de ella. Me parece increíble y no obstante, pasó y todo lo que esta atrás, el hijo que le pide no tire la toalla y la resolución del encuentro…

Y en relación a la violencia (8) voy a decir algo trillado, pero estamos rodeadxs de violencia. En el ámbito académico por ejemplo, hay violencia que viene revestida en un montón de argumentaciones aparentemente intelectuales que son mucho más violentas que una piña. En cambio, en el boxeo, a mí siempre me pareció que la violencia aparece manifestada de una forma bastante honesta. Son dos personas que pesan más o menos lo mismo y tienen las mismas armas (sus puños) y eso es bastante transparente. Y ahí, hay una cuestión de honor, mucho más honor que en el ámbito académico en el cual un jefe, un director, que tiene más armas que un asistente, ejerce una violencia sistemática. O un profeso sobre sus alumnxs. Para mí, la práctica del boxeo y/o las artes marciales, siempre me pareció un escape a lo que era la violencia laboral en el ámbito universitario que es una de las peores violencias porque se ejerce siempre, muy injustamente, de manera asimétrica, y me tocó vivirla y verla y genera malestar y de hecho, yo ahora me mal dispongo de solo pensarlo. Además, es cotidiano y cobarde. Y en el boxeo hay cobardes y yo lo toqué a ese tema también, pero hay reglas y están para que ese tipo de violencias no se preduzcan…

Nota en desarrollo. Entrevista realizada por los estudiantes Matías López y Agustín Pérez del Profesorado Universitario en Lengua y Literatura en UNGS.

 
 
 

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